Al ser capturados en caladeros cercanos al puerto en el que son desembarcados, cuentan con un nivel de frescura insuperable.
Aportan un tipo de proteínas, grasas, vitaminas y minerales específicos e incorporan aminoácidos esenciales para la vida que el cuerpo no puede sintetizar.
Los productos de pesca y acuicultura tienen tres grandes ventajas: son naturales, saludables y fácilmente digeribles.
La única tierra de la península bañada por dos grandes mares, nos confiere el privilegio de disfrutar de una diversidad y calidad de productos pesqueros única en Europa.
De nuestras 25 lonjas, sumado a aquellos obtenidos a través de la acuicultura, obtenemos una suerte extraordinaria de familias y especies de pescados y mariscos que constituyen parte de nuestra cultura y nuestro modo de vida.
Las Indicaciones Geográficas Protegidas avalan la gran calidad de la ‘Caballa de Andalucía’, ‘Melva de Andalucía’, ‘Mojama de Barbate’ y ‘Mojama de Isla Cristina», las únicas de este tipo en España registradas en la Unión Europea.
La mojama es reconocida por el mercado nacional como un producto gourmet, caracterizado por su cuidada elaboración, alto precio y consumo selectivo.
Andalucía cuenta con una amplia tradición marinera y una estrecha relación entre sus habitantes y el mar. La sostenibilidad ambiental de la pesca en la región busca una armonía entre los beneficios económicos y sociales, así como para la biodiversidad marina.
La pesca artesanal muy presente a lo largo del litoral andaluz, con métodos más simples y tradicionales de captura, respetan los ecosistemas marinos, fomenta el desarrollo y la riqueza de las comunidades costeras.
Los nuevos enfoques para la ordenación de la pesca contemplan el mar como un recurso renovable, pero no infinito y es necesario un mayor respeto al medio ambiente, permitiendo el futuro de las especies, el sector pesquero y el medio marino.
